Jose Dal Pozzo ya sobrevuela la escena electrónica desde un tiempo con el proyecto águilas paralelas (puede escuchar su historia acá) y hoy en este 2020 presenta LOW su tercera producción más calma e introspectiva bajo el sello futura, que arma junto Pancho Marín de Gramma.

 

 

 

-Jose Dal pozzo –

 

 

 

 

Existe una constante búsqueda y exploración  de Águilas (4444) pero que mantiene una línea  especial en todos tus  trabajos y esta edición no es la excepción ¿cual es la intención sonora de este trabajo y en que se diferencia de las otras producciones?

Creo que LOW tiene un componente más calmo que Centinela (2019) y el EP homónimo (2014), probablemente por que el mundo ya está lo suficientemente intenso afuera, entonces esta vez no sentí necesidad de citar episodios más chacales de mi vida e imaginación, si no que más bien traté de crear un espacio tranquilo y contemplativo donde descansar mis emociones. Por eso titulé Low al EP, por que es más bajo de energías de alguna manera, y bueno, por que el personaje principal son las líneas de bajo FM (La letra del primer track es un sample de un documental de Reggae de los 70 que dice «Freedom, what is that? What it means?» , para luego decir «To be heard in the ghetto is like playing the bass very LOW»).

Probablemente la línea sonora que ya puede percibirse en Águilas Paralelas está dada por la naturaleza narrativa y melódica de los tracks. Siento que compositivamente soy más subsidiario del Pop, el Punk y últimamente el Dancehall antiguo, que del Techno o el House por ejemplo. De estos últimos, probablemente lo que rescato para Águilas es la dosificación, el trabajo con la repetición, etc. Otro factor, es que uso la misma escala de notas musicales para TODO. Eso me obliga a construir historias distintas con los mismos ingredientes. Ahí, inevitablemente se va formando un criterio sonoro y una necesidad explorativa a través del ritmo y el diseño de gestos vía sampling.

 

¿Cómo estás viviendo este tiempo pandemico, estás en cuarentena?

Si, estoy en cuarentena junto a mi pareja y mi hija que va a cumplir 4 años. Nos acompañamos mucho y estamos pudiendo tomar once, cosa que no hacía como desde el 2005, cuando dejé el sur para venirme a vivir a Stgo a trabajar en un call center de mierda y tocar metal con mi guitarra con cachos (una BC Rich Warlock).  Diría que lo bueno del encierro hasta ahora ha sido poder compartir más con mi familia, hacer más música y conectar con algunos espacios de tiempo que eran destruidos por la vorágine del antiguo mundo. Lo peor ha sido que paso aún más horas frente a la pantalla del compu, ya que soy profe de Ableton, entonces migré toda mi pega al mismo hábitat donde hago música. Agradezco a Jah all mighty poder trabajar, pero musicalmente me ha podrido un poco la relación extrema con las pantallas, al punto que estoy trabajando en un nuevo disco colaborativo sin computador, con una maravillosa MPC del 97 que me facilitó gentil y terapéuticamente el master Rodrigo Castro aka Marciano aka Solomachin, con quien somos vecinos.  Es la raja trabajar con límites, escuchando más y viendo menos.

En general ha estado suave para mí el asunto Virus, pero sé que no es así para muchxs, empezando por una situación re brigida al lado de mi casa con un gran grupo de Venezolanxs , con guaguitas muchxs, que estaban en un plan de retorno voluntario a su país y que están durmiendo en unas carpas y en una iglesia, esperando un vuelo que se corre constantemente por este peligroso virus del que tanto se pregunta uno. Para que mencionar las paupérrimas acciones de este gobierno horrible hacia su propia gente. La clásica lógica de ayuda paternalista a «esos locos pobres», con mercadería de sus propias empresas, es despreciable. Cero impulso de transformación, de generar acceso gratuito y entrenamiento televisivo para ese 40% de la población que no tiene internet, o que no puede aprovecharla laboralmente, cero apriete a las multinacionales dueñas de nuestros recursos naturales. Una protección del negociado llamado $hile hasta donde se pueda.

 

El arte del disco está creado por ti ¿siempre te gusto el dibujo y esta expresión artística?

 Si! Desde chico mis cuadernos era un caos extremo, combinando materias distintas con juegos de laberintos, páginas tipo «buscando a wally«, cómics, letras de canciones, logos de bandas imaginarias, etc. Nunca había considerado darle un espacio a mis dibujos en Águilas. De hecho dejé de dibujar como por 15 años. El reencuentro surgió por que en febrero tenía que ponerle portada a un mixtape que hice para un medio,  y busqué lo único que tenía a mano, que como siempre hasta ahora, ha sido el compu. Busqué «Paintbrush» en internet y pillé este paint clásico con el que todxs lxs más oldschool alguna vez jugamos en windows 3.1 o 95. Después de mandar ese mixtape con la portada hecha por mi, me vino una renovada confianza en mis dibujos. Además esta justo en el sur, en la casa de mis viejos, y pillé algunos libros de colegio intervenidos por mi yo escolar y me cagué de la risa jaja, así que agarré vuelito e hice la portada y una serie de varios otros dibujos que están en mi instagram y facebook. Algunos fueron animados por Alex Obrist, un compañero de trabajo que es seco para el after effects y quedaron brígidos!! Estamos viendo que hacemos con eso. Estoy feliz en ese ámbito, siempre he considerado que Águilas Paralelas tiene un fuerte componente visual, y siempre he tenido ganas de poder resolver eso por cuenta propia, es más barato y me permite verter varias vetas en un mismo proyecto.

 

 

   

 

 

Cuéntanos sobre el sello futura y cuál es la intención de este proyecto.

Sello Futura nació como la digitalización de un ciclo de conciertos llamado Future Feelings, que estoy organizando desde agosto de 2019 con el Pancho Marín (Gramma, Survey Team). En esas tocatas agrupamos a un buen piño de proyectos que resultan ser demasiado pop para circuitos de electrónica, o demasiado electrónicos para un circuito pop, así que decidimos crear un hábitat para nuestras propias bandas amigas. Luego, gracias al apoyo de Víctor Schlesinger y su plataforma Tierra de Fuego Music, surgió la posibilidad de una plataforma de distribución digital vinculada al ciclo. Fue Víctor el que en algún momento del año pasado me motivo por un lado, y por el otro, mi amigo Pancho, que vio que podíamos hacer un círculo bacán de hacer «trabajo de barrio» con las tocatas y trabajo web con un sello.

Durante el verano, nuestros proyectos estuvieron tocando ativamente en instancias de Future Feelings y además en festivales fuera de Santiago como Woodstaco, Bosque Libre, Piedra Andina y 333.

Con el virus, las tocatas y una serie de apoyos conseguidos se fueron al carajo, pero nos hemos volcado al internet, un poco aturdidos, pero lográndola en la marcha. Ya se ha estrenado un EP de Concón y este EP de Águilas Paralelas. Por lo pronto viene un nuevo disco de Harmony Molina (y sus 14 discos anteriores), un EP de Hablemos del Alma que sale el 18 de Junio y un LP de Isla Panorama aka Ino Guridi (Uruguay), quien se acaba de sumar además al equipo gestor del Sello, aportando una energía brígida y además, siendo más joven que yo y pancho, tiene una visión de las redes sociales que nos hace sentir terrible de tatitas jajaja.

Gracias Ciudad Sonora por brindar este espacio y por ser un gran apoyo y registro constante de la evolutiva y expansiva escena electrónica nacional.

 

 

 

 

 

PARA ESCUCHAR DA CLICK ACÁ

 

 

 

 

 

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27-05-2020