CHIRISTIAN OYARZÚN | Campamento de verano | Entrevista
febrero 25, 2021Baradit | Resonando en mono | Entrevista
marzo 9, 2021“The Night over Arundel Gate”, es el trabajo de AARD, dúo chileno-británico conformado por Alejandro Albornoz (Chile) y Ross Davidson (UK), el cual transita por las sonoridades en expansión del continuo movimiento del caminar en la avenida ubicada en el centro de Sheffield que da título a este trabajo.
Mika Martini director de Pueblo Nuevo Netlabel habla con AARD para saber más sobre sus motivaciones, sus inicios y procesos de trabajo.
La versión original de esta entrevista esta realizada en inglés, la cual puedes encontrar más abajo.
Entrevista realizada por Mika Martini. Versión en inglés por Alejandro Albornoz. Ilustración carátula Marco Martínez Farías
– AARD –
ENTREVISTA (ENGLISH VERSION SCROLL DOWN)
Mika Martini: ¿Cómo llegan a la música, específicamente a la música experimental electrónica?
Ross: Mi comienzo en la música fue a través del estudio de la guitarra clásica desde muy joven, aunque lo único que realmente quería tocar era Led Zeppelin. Comenzé a enamorarme de las posibilidades de la música electrónica después de conocer la música de gente como Flying Lotus y Dimlite, los cuales abrieron mis oídos a tipos de expresión musical que no había escuchado antes.
Primero comencé experimentando con mis propias producciones en Garageband y luego en Cubase, alentado por mis profesores de música cuando era más joven. Después, en la universidad, fui introducido a la composición de música electroacústica. El proceso de hacer esta música es tan agradable como escucharla. Después de casi ocho años de crear este tipo de música, todavía estoy asombrado por los diferentes sonidos que se pueden lograr procesando y distorsionando audio grabado. Cada vez que escribo música, todavía siento que el proceso en sí tiene una mente propia y nunca estoy completamente seguro con que voy a terminar.
Esto es especialmente cierto en la síntesis modular, donde existe la sensación de explorar infinitas posibilidades mientras se sigue trabajando dentro de las restricciones de módulos particulares o el limite de quedarse sin cables. Me tomó un año de jugar con el mini patchbay de mi primer sintetizador (un Moog Werkstatt) antes de empezar a pensar en CV, y todavía tengo mucho que aprender. Pero creo que esta es una de las mejores cosas de la música electrónica. Siempre habrá nuevas técnicas y enfoques para aprender, y cada uno ofreciendo sonidos y música tremendamente diferentes.
Alejandro: ¡Todavía no estoy seguro de nada relacionado con la música! Quiero decir, música tradicional, la que involucra tocar notas en un instrumento, leer y escribir partituras, etc. Siempre me ha gustado la música ya que en casa mi papá solía escuchar mucha música clásica, rock and roll y canciones populares. Me encanta cantar, pero nunca estudié música, en cambio estudié artes visuales en la universidad mientras jugaba con teclados y cintas de cassette con algunos amigos en Santiago… Eso fue a finales de los años 80 durante el liceo y luego en la universidad. Tenía mucho interés desde el principio por la música electrónica, especialmente experimental y electroacústica. Mi interés era tomar el sonido como material plástico como lo hace un artista visual. Mientras tanto, mi primera banda (Arteknnia) pasó de una especie de proto eletro-punk minimal a un estilo synth-pop… Afortunadamente el compositor de esa banda, mi amigo Mario Aguilar, sabía hacer canciones y yo cantaba ‘de oído’, ¡lamentablemente no muy bien! A medida que pasaba el tiempo, Mario estaba más interesado en la música melódica y armónicamente correcta y yo, bueno, más interesado en un enfoque experimental. La banda se disolvió y yo comencé a crear una suerte de música IDM, usando un sinte, cintas de cassette y el computador personal de mi hermano. Luego, en un proceso autodidacta, estudié música acusmática desde 2004, iniciando un largo viaje con constantes sorpresas e ideas estimulantes provenientes de las técnicas electroacústicas que, como dijo Ross, parecen infinitas.
Mika Martini: ¿Cuál es la motivación para formar AARD?
Ross: Diría que lo principal con AARD era divertirse, pasando tiempo con un amigo, jugando con diferentes ideas y sonidos. Estoy bastante seguro de que se nos ocurrió hacer música juntos tomando una cerveza en el pub The University Arms. Nunca había tocado música electrónica en vivo ni siquiera había pensado en ello antes, así que fue una gran experiencia y aprendí mucho de Alejandro. Cuando se usa un sintetizador modular, es muy fácil quedar completamente enganchado en un pequeño sonido, pero eso realmente no funciona en el contexto de una actuación en vivo (al menos no el tipo de conciertos en que tocamos), así que me animó a reaprender a tocar el sintetizador, especialmente en términos de escuchar activamente mientras tocaba.
Las sesiones de estudio fueron prácticamente meditativas. Pulsábamos grabar y empezábamos a hacer algunos ruidos, luego miraba la hora y me daba cuenta de que habían pasado dos horas en lo que parecían diez minutos. Los shows en vivo también fueron muy divertidos, y disfrutamos del desafío de intentar armar algo con una audiencia en vivo en mente. Pero como dije antes, lo mejor fue hacer música con un compañero – es un proceso tan valioso que te anima a pensar de manera diferente sobre cómo hacer música al combinar perspectivas y enfoques.
Alejandro: Coincido con Ross. Tenía muchas ganas de comenzar un proyecto electrónico en vivo… tú cachai, la interacción con alguien te da aire fresco, posicionándote en un diálogo, y eso es emocionante por sí mismo. El punto es que puedes abordar la idea como artista profesional y trabajar con cualquiera, pero para nosotros fue muy simple y natural. Recuerdo charlar sobre música con Ross y la idea compartida de simplemente jugar (en el sentido de tocar un instrumento y jugar un juego) con nuestras herramientas en ese momento para ver qué podría salir. Recuerdo compartir algunas cervezas y discutir la relevancia del tiempo del intérprete versus el tiempo del público, las posibilidades de los sintetizadores modulares y las técnicas de livecoding. Al final del día, éramos dos amigos que compartían intereses comunes y aprovechaban un gran estudio disponible en la universidad.
Mika Martini: ¿Cuál es el set-up que ocupan para trabajar?
Ross: Empiezo con el hardware que uso en AARD. Esto incluye mi sinte modular, que es una mezcla de material digital y analógico y en un estado de cambio constante. Hay un montón de distorsiones diferentes, Mutable Instruments Rings, 4MS SMR, una Turing Machine, un oscilador dual Klavis Twin Waves digital, un filtro analógico Befaco BF-22, un montón de módulos de utilidad, y dos entradas de audio externo para procesar otras cosas. Intento mantenerlo barato haciendo mis propias soldaduras donde puedo, aunque “barato” ciertamente es un término relativo en este contexto. También tengo un Moog Werkstatt (mi primer sinte), un Bastl Kastl (el segundo), una grabadora de cuatro pistas en cassette, un Elektrosluch Mini (un dispositivo de grabación de audio electromagnético de LOM), y más recientemente adquirí un Arturia Keystep Pro para la secuenciación de todo.
Por el lado del software, uso Nuendo como DAW principal. No tengo muchos plugins, aunque me encanta todo el software de Izotope como Neutron, y también encuentro el programa de limpieza de audio RX realmente útil como herramienta creativa. También hago mucho procesamiento con el software gratuito CDP (Composer’s Desktop Project) usando el front-end de Trevor Wishart Soundloom – es bastante horrible como interfaz gráfica de usuario, pero tiene tantos procesos poderosos que todavía vuelvo a usarlo siempre. Aunque, para ser honesto, el proceso que más utilizo probablemente sea simplemente subir o bajar la altura de los materiales sonoros…
Alejandro: por mi parte, comencé con los sintes modulares al mismo tiempo que formamos AARD. Al principio solo tenía el semimodular Roland System 1M y tres módulos montados en unos rieles con fuente de poder Tiptop: Braidsy Peaks de Mutable instruments y Neuron, una percusión FM de Audiodamage. Pronto soldé (con la ayuda de Ross) un CV Pal, el cual me permite enviar CV y triggers desde mensajes MIDI en mi laptop. Luego agregué una Turing Machine (con los expansores Pulses y Volts, todos kits DIY) y un mixer. Yo diría que es más un sistema generador de señales que un procesador. Sobre el software: TidalCycles es la herramienta principal para el setup de AARD, el cual es un ambiente de live coding con dos partes: un motor de patrones hecho en Haskelly controlado con un editor de texto (en mi caso Atom) y un motor de sonido, SuperDirt, un sinte/sampler hecho en SuperCollider. TidalCycles te permite trabajar con muestras, datos midi y sintes, tanto soft como hardware… de hecho, lo que me encanta del Roland es la gran cantidad de parámetros que puedes controlar mediante mensajes CC (Control Change)… Los resultados son muy interesantes cuando utilizo ciertas cantidades de aleatoriedad y patrones recursivos desde Tidal para controlarlo. Aparte de todo esto, uso Reaper y Ableton como DAWs principales, el Soundloom/CDP de Wishart (sí, su interfaz gráfica de usuario no es muy cómoda, ¡pero las posibilidades sonoras son increíbles!), Pure Data, especialmente corriendo las USSS Tools diseñadas por Adrian Moore y las GRM Tools como el principal software comercial que tengo.
Como Ross está en Reino Unido y yo en Chile, paramos de crear ya que nuestro método son improvisaciones libres en vivo, y hemos pasado los últimos dos años mezclando, masterizando y lanzando el material que produjimos antes de 2019. Todavía quedan algunas pistas por lanzar, pero planeo tener algunas sesiones remotas… ¿Te lo dije Ross? Podemos usar Quacktrip, una network genial que se ejecuta en Pure Data y transmite audio de alta calidad… ¡Veamos si podemos sincronizarnos!
Mika Martini: ¿Cómo fue la experiencia de estudiar en la Universidad de Sheffield?
Ross: La Universidad de Sheffield fue un gran lugar para estudiar. Había una gran comunidad de compositores de música electrónica, tod@s compartiendo ideas y reuniéndose para escuchar las piezas de los demás: fue un entorno creativo fantástico. También nos beneficiamos de la excelente enseñanza de Adam Stanović y Adrian Moore, que son compositores realmente inspiradores y fueron fundamentales en mi progresión como músico.
La ciudad de Sheffield proporcionó un contexto fantástico fuera de la universidad. Aquí hay una increíble escena musical DIY, de lugares independientes como DINA, Hatch, y Foodhall que organizan eventos increíbles, a través de los ciclos Op-Tronica de “noches de micrófonos abiertos” para música electrónica, sin las cuales AARD habría tenido significativamente menos actuaciones en vivo.
Alejandro: De nuevo coincido con Ross. La comunidad de compositores y músicos de la universidad era tan diversa y generosa como activa y de mente abierta, un rico caldo de cultivo para todo tipo de música electrónica. Sobre Adam Stanović (mi supervisor de doctorado) y Adrian Moore, bueno, ¿qué puedo decir? Definitivamente fue un privilegio tenerlos como profesores y tutores. Lo que Ross dice sobre Sheffield también es cierto, solo puedo agregar que realmente era el sueño de un adolescente hecho realidad vivir allí, caminar y actuar en la ciudad natal de Cabaret Voltaire. En una perspectiva más personal, diría que fue muy importante conocer a Alex McLean y Lucy Cheesman y toda la pandilla de live coding y por supuesto la comunidad chilena de allí, gente que fue recibida como exiliada política tras el golpe de Estado en Chile en 1973.
Mika Martini: ¿Cómo fue el proceso para grabar “The Night over Arundel Gate”?
Ross: Si mal no recuerdo, estas eran sesiones en las que estábamos ensayando específicamente para tocar unos 20 minutos como preparación para una actuación en el Foodhall para una fecha de Op-Tronica. Foodhall se encuentra en un área llamada Arundel Gate, que es probablemente lo más parecido que tiene Sheffield a un «centro». Siempre estuvimos allí a altas horas de la noche, así que cada vez que pienso en ese lugar es como un lugar oscuro y un poco dominante, rodeándote con ladrillos y edificios altos (al menos para los estándares de Sheffield), configurando formas de bloques omnipresentes y sombreadas compensadas por diferentes brillos de colores de luces de las calles. ¡Totalmente por accidente terminamos creando música que creo realmente logra comunicar bastante bien la atmósfera general de este lugar! Creo que realmente nunca nos propusimos un sonido específico en mente cuando comenzamos a grabar, estábamos más enfocados en la estructura temporal general que en los sonidos con los que realmente llenaríamos esa estructura en estas sesiones. Así que me complace que los sonidos terminasen comunicando algo sobre el espacio – me permite imaginar algún tipo de resonancia entre el sintetizador y su entorno.
Alejandro: Sí, solemos discutir algunas ideas, me refiero a ideas formales y estructurales, aunque ideas muy generales que usamos como pautas, pero no como restricciones estrictas. La diversión surge en cómo se siguen o se contradicen estas ideas: yo diría que el movimiento entre estos dos polos a través de las improvisaciones es el proceso central de AARD. De hecho, ¡muchas veces planeamos una sesión de ambient y terminamos con una más basada en beats o viceversa! ‘The Night over Arundel Gate’ refleja esta zona de Sheffield de alguna manera, pero estoy bastante seguro de que esto es mediante los paisajes sonoros surrealistas que produjimos libremente durante esas divertidas sesiones de estudio.
VERSIÓN EN INGLES / ENGLISH VERSION
Mika Martini: How have you started in music, specifically experimental electronic music?
Ross: My entry into music was through learning classical guitar from a young age, although all I ever really wanted to play was Led Zeppelin. I started falling in love with the possibilities of electronic music after being introduced to the music of people like Flying Lotus and Dimlite, which opened my ears to types of musical expression I hadn’t heard before.
I first started experimenting with my own productions on Garageband and then Cubase when I was younger, encouraged by my music teachers. Then, at university, I was introduced to composing electroacoustic music. The process of making this music is definitely just as enjoyable as listening to it. After nearly eight years of creating this style of music, I’m still amazed by the different sounds that can be achieved by processing and distorting recorded audio. Every time I write music it still feels like the process itself has a mind of its ownand I’m never entirely sure what I’m going to end up with.
This is especially true of modular synthesis, where there’s a sense of exploring infinite possibilities whilst still working within the restrictions of particular modules or running out of cables. It took me a year of playing around on the mini patch bay of my first synthesiser (a Moog Werkstatt) before I started getting my head around CV, and I’ve still got tons to learn. But I think that’s one of the best things about electronic music. There will always be new techniques and approaches to learn, with each one affording wildly different sounds and music.
Alejandro: Not sure about anything related to music yet! I mean, traditional music, involving play notes in an instrument, read and write scores, etc. I’ve always loved music since at home my dad usually listened a lot of classic, rock and roll and popular songs. I loved to sing, but I never studied music, instead I studied visual arts at the university while I played around with keyboard and tapes with some friends in Santiago… that was by the end of the 80s during the high school and then at during the uni. I was very keen from the beginning to electronic music, especially experimental and electroacoustic. My interest was to take sound as plastic material in the way a visual artist does. In the meantime, my first band moved from a sort of proto eletro-punk-minimal to a synth pop style… fortunately the composer, my friend Mario Aguilar, knew how to make songs and I sang ‘by ear’, unfortunately not very well. As the time passed, Mario was more interested in melodic and harmonically correct music and me, well, more interested in an experimental approach. The band ended and I started to create a sort of IDM music, using a synth, tape cassettes and my brother’s home computer. Then, in a self-taught process, I studied acousmatic music since 2004, starting a long journey with constant surprises and stimulating ideas coming from the electroacoustic techniques which, as Ross stated, seems to be endless.
Mika Martini: What was the motivation to create AARD?
Ross: I would say that the main thing with AARD was having fun spending time with a friend, playing around with different ideas and sounds. I’m pretty sure we first decided to make music together over a pint in The University Arms pub. I had never played electronic music live or even really thought about it before, so it was a great experience and I learned a lot from Alejandro. It’s so easy to get completely wrapped up in some tiny sound whilst using a modular synth, but that doesn’t really work in the context of live performance (at least not the kinds of gigs we played) so it encouraged me to essentially relearn how to play the synthesiser, especially in terms of actively listening as I played.
The studio sessions were almost meditative. We would press record and start making some noises, then I would look at the time and realise two hours had passed in what felt like ten minutes. The live shows were great fun as well, and we enjoyed the challenge of trying to put something together with a live audience in mind. But as I said earlier, the best thing was making music with a mate – it’s such a valuable process that encourages you to think differently about making music by combining perspectives and approaches.
Alejandro: I agree with Ross. I was very keen to start a live electronic project… you know, interaction with somebody gives you fresh air, positioning you in a dialogue, and that is exciting by itself. The point is you can address the idea as professional artist and work with anyone, but for us was very simple and natural. I remember chatting about music with Ross and the shared idea of just play (in the sense of play and instrument and play a game) with our tools at that time in order to see what could come out of it. I remember sharing some pints and discussing the relevance of performer’s time vs audience time, the possibilities of modular synths and live coding techniques. At the end of the day, we were two friends sharing common interests and taking advantage of a great available studio at the uni.
Mika Martini: What is your set-up?
Ross: I’ll start with the hardware that I used in AARD. This included my modular synth, which is a mish-mash of digital and analogue stuff in a state of constant change. There’s a bunch of different distortions, Mutable Instruments Rings, 4MS SMR, a Turing Machine, Klavis Twin Waves digital dual oscillator, a Befaco BF-22 analogue filter, a load of utility modules, and two external audio inputs for processing other stuff. I try and keep it cheap by doing my own soldering where I can, although “cheap” is certainly a relative term in this context. I’ve also got a Moog Werkstatt (my first synth), a Bastl Kastl (my second synth), a four-track tape recorder, an Elektrosluch Mini (an electromagnetic audio recording device by LOM), and most recently I got an ArturiaKeystep Pro to help out with sequencing everything.
On the software side of things, I use Nuendo as my main DAW. I don’t have that many plugins, although I do love all the Izotope software like Neutron, and I also find the audio cleaning programme RX really useful as a creative tool. I also do a lot of processing in the freeware CDP (Composer’s Desktop Project) using Trevor Wishart’s Soundloom as the front end – it’s quite horrible as a GUI, but has so many powerful processes that I still find myself coming back to it all the time. Although to be honest the process I use the most is probably simply pitching sound materials up or down…
Alejandro: for my part, I started with modular synths same time we formed AARD. In the beginning I had just a semimodular Roland System 1M and three modules mounted on a tiptop rails and power supply system: Braids and Peaks by Mutable instruments and Neuron, a FM percussion by Audiodamage. Very soon I solder (with Ross’ help) a CV Pal which allowed me to send CV and triggers from MIDI messages in my laptop. The I added a Turing Machine (with pulses and volts expanders, all DIY kits) and a mixer. I would say it is more a signal generative system than a processor. Regarding software: Tidal Cycles is the main tool for AARD’s setup, this is a live coding environment with two parts: a pattern engine made in Haskell and controlled with a text editor (in my case Atom) and a sound engine, SuperDirt, a synth/sampler made in SuperCollider. Tidal Cycles allows you to work with samples, midi data and synths, both soft and hardware… in fact what I love of the Roland is the great number of parameters you can control through cc messages (Control Change) … The results are very interesting when I use certain amounts of randomness and recursive patterns from Tidal to control it. Apart of all this, I use Reaper and Ableton as main DAWs, Wishart’s Soundloom/CDP (yes, its GUI is not very comfortable, but the sonic possibilities are amazing!), Pure Data, especially running the USSS Tools designed by Adrian Moore and GRM Tools as the main commercial software I’ve got.
Since Ross is in UK and I in Chile, we stopped to create as our method is live free improvisations, and we have spent the last two years mixing, mastering and releasing the material we’ve produced before 2019. There are still some tracks to release, but I’m planning to get some remote sessions… Did I tell you Ross? We can use Quacktrip, a cool network which runs in Pure Data and transmits high quality audio… Let’s see if we can manage to get in sync!
Mika Martini: What was your experience studying at the University of Sheffield?
Ross: The University of Sheffield was a great place to study. There was a great community of electronic music composers, all sharing ideas and gathering to hear each other’s pieces – it was a fantastic creative environment. We also benefitted from excellent teaching by Adam Stanović and Adrian Moore, who are really inspiring composers and were instrumental (pun definitely not intended) in my progression as a musician.
The city of Sheffield provided a fantastic context outside of the university. There’s an amazing DIY music scene here, from independent venues like DINA, Hatch, and Foodhall who all put on incredible events, through to the Op-Tronica series of electronic music open mic nights without which AARD would have had significantly less live performances.
Alejandro: Again, I agree with Ross. The community of composers and musicians at the uni was as diverse and generous as active and open minded, a rich breeding ground for all kind of electronic music. Regarding Adam Stanović (my PhD supervisor) and Adrian Moore, well, what can I say? Definitely it was a privilege to get them as lecturers and advisers. What Ross says about Sheffield is true as well, I can only add it really was a teenager’s dream come true to live there, walk around and perform in Cabaret Voltaire’s hometown. In a more personal perspective, I would say it was very important to meet Alex McLean and Lucy Cheesman and all the live coding gang and the Chilean community there, people that was received as political exiles after the coup d’etat in Chile in 1973.
Mika Martini: How was the recording process of ‘The Night over Arundel Gate?’
Ross: If I’m remembering correctly, these were sessions where we were specifically practicing making music within around 20 minutes in preparation for a performance at Foodhall for Op-Tronica. Foodhall is located in an area called Arundel Gate, which is probably the closest thing Sheffield has to a ‘downtown’ area. We were always there late at night, so whenever I think of that location it’s as a dark and slightly overbearing place, surrounding you with brickwork and tall (at least by Sheffield standards) buildings forming shadowed and omnipresent block shapes offset by different coloured glows from mismatched streetlights. Entirely by accident we ended up creating music that I think actually manages to communicate the general atmosphere of this location quite well! I don’t think we ever really set out with a specific sound in mind when we started recording, we were more focussed on the overall temporal structure than what sounds we would actually fill that structure with in these sessions. So, I’m pleased that the sounds ended up communicating something about the space – it lets me imagine some kind of resonance between the synthesiser and its environment.
Alejandro: Yes, we usually discuss some ideas, I mean formal and structural ideas, although very general ideas which we use as guidelines but not as strict restrictions. The fun arises in how these ideas are followed or contradicted: the movement between these two poles through the improvisations is the core process of AARD, I would say. In fact, many times we planned an ambient session and we ended with a more beat based one or viceversa! ‘The Night over Arundel Gate’ reflects this Sheffield’s area in a way, but I’m pretty sure this is by means of the surrealistic soundscapes we produced freely during those playful studio sessions as well.
PARA DESCARGAR Y ESCUCHAR DA CLICK ACÁ
TRACK LIST:
01. First Night (15:20)
02. Second Night (20:02)
Tiempo total / total play: 35:22
Entrevista realizada por Mika Martini – Director de Pueblo Nuevo Netlabel
7 Marzo 2021
Las opiniones expresadas en esta entrevista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no necesariamente reflejan los puntos de vista del entrevistador o de Ciudad Sonora.