Este nuevo larga duración de Anguila, da continuidad a la búsqueda experimental de su disco anterior A Night in the cave (2016), donde lo primordial es la búsqueda de paisajes sonoros que evocan cierta naturaleza viva y danzante. Al igual que la gestación de las ranas en el agua, este disco se desarrolla desde los detalles más ínfimos para vivir en el acuoso resonar de las guitarras y sintetizadores.
Grabaciones de campo y melodías de guitarras evocan un sonido reconocible en las tonadas campesinas de Chile, brindando además, una investigación folclórica donde arpas, cuerdas de alambre y formas específicas de afinación parecieran danzar al compás de las décimas.
Sin duda este nuevo disco de Anguila nos da una nueva forma de entender el folclor, dialogando con composiciones que entrarán a habitar las cuevas del Dub y el Ambient.
Toda la música compuesta, grabada, mezclada y masterizada por Toto Friedlaender durante los años 2019 y 2020 en Concepción, Chile.
Drum-machine en “Ave” por Jesus Segue
Ilustración de la carátula por @Quemchimama y TF
Editado digitalmente por Magia Blanca, 2020.
Fotos de @conif1or
